Creo sentir, a veces que mi sangre en torrentes
huye de mi, en sollozos, como una fuente.
Oigo perfectamente su lamento penoso,
pero en vano me palpo para encontrar la herida.
Yo creí que tus ojos anegaban el mundo...
Abiertos como bocas en clamor... Tan dolientes
que un corazón partido en dos trozos ardientes
parecieron... Fluían en los mios tu rostro profundo.
Pero paso el tiempo y de él las creencias.
Convertiste en ti un ser 'Rompecorazones',
arrebataste a mi ser mi triste corazón.
Esta mano viviente, ahora tibia y capaz
De agarrar firmemente, si estuviera fría
Y en el silencio helado de la tumba,
De tal modo hechizaría tus días y congelaría tus sueños
Que desearía tu propio corazón secar de sangre
Para que en mis venas roja vida corriera otra vez,
Y tú aquietar tu consciencia, la ves, aquí esta.
La sostengo frente a ti,
darme la vida que me arrebataste de un solo mirar.