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Por el amor de una rosa, el jardinero es servidor de mil doscientas espinas.

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sábado, 31 de diciembre de 2011

Dia Soleado.

Vagando con los pies desnudos sobre la húmeda tierra con fragancia a canela y hierba buena. Apresurándome, pisando esa sensación de regodeo bajo mis pies hundiéndose en el dúctil légamo pegándoseme a los dedos acabando con esa impresión de cosquilleo y frescor. Hoy hace un día esplendoroso, el sol deposita sus candentes rayos de luz a través de las gotas de rocío restantes tras una noche lluviosa y dolorosa. Gotas se desplazaban lentamente con el peso, ya deshaciéndose sobre las mejillas de la rosa, destacando su hermoso fulgor abatida comprendiéndose en el ígneo solado. Hoy le concome el júbilo. Hoy sensaciones insólitas discurren en mi mente mas me percato en todo este lapso de que, todos ven lo que aparentas en sus mentes, pero pocos ven lo que realmente eres en el corazón y que, a veces, se olvida tantas cosas importantes en la vida, que se olvida el olvido y se empieza a acordar de cómo recordar. La diferencia esta vez, esta bastante clara, obvia. No tengo el miedo a perder lo que no tengo, pero tengo miedo a perder lo que obtengo. Tengo miedo de ver el sol y, perderle entre colinas constantemente en mi día a día. Pero no te tengo miedo, no te tengo, miedo, no te tengo. Miedo. Ya no quiero miedo, dejo mi toalla y a él se la presto para quitarse ese sudor que produjo esta carrera a contrareloj. Ya no hay nada por lo que volver al frío invierno donde calábanseme los huesos y el corazón de humedad. Así cesó la tormenta, con el reloj de arena consumado. Así el sol emprende su viaje a mi tierra natal, fundiendo Verano paulatinamente el resbaladizo hielo que Invierno dejó a su paso sin perdón durante tres largos inviernos. Verano. Con las lluvias de Verano, el agua estancada y el río se juntan. Así, como de un segundo a otro, como de una golondrina que trae verano desde mi cielo se tratase. Su envolvente incandescencia desata un recóndito bienestar en las entrañas, un singular antojo y anhelo de quedarse ahí su placentera presencia perpetuamente. Apostaría los pétalos de cualquier rosa, a una vez que lo tienes de frente, esa atractiva maciza piel de oro, ya no quisieran desprenderse de su calcinante congénito aroma a él. La envidia de todas las rosas, nunca mejor dicho, sentimientos a flor de piel. Ya lo veo venir, la mañana es dulce, las nubes se arrinconan marginándose allá, en la lejanía dejando paso a los primeros días de Sol, divisando por el norte una golondrina sobrevolando entre sus rayos anunciando la llegada de una nueva era. Dios, su intenso esplendor cegaba a cualquier vista que alcanzaba, te enganchaba, te hipnotizaba. Cúbranme los ojos, no se si quisiera caer en los brazos de semejante especie en extinción otra vez. Sería fácil empezar, pero difícil parar. El sol, tan único, tan valioso, tan.. prescindible. Verano llegó.

lunes, 29 de agosto de 2011

Eva Kaulitz Baba Monster.

Que decir, Eva, que decir más de tí cuando las palabras se me quedan cortas, cuando no las hay para describir a una de las personas más especiales que has conocido en toda tu vida. Que decir cuando esa persona especial te regala esos momentos especiales que tanto arreglan a las caras tristes. Que decir si sus días y los míos se han enlazado.. Su rutina es la mía, siempre acabamos en la misma heladería, el mismo ayuntamiento, la misma fuente, el mismo camino, la misma hora, el mismo lugar, el mismo sabor de granizado, la misma cena, el mismo plan de siempre.. Viviendo de un mismo Mc Donnals, pizzas de casa en casa, bolsillos de los pantalones cruzados de la mano, respirando el mismo aire, siempre es la misma rutina, con ella.. Ahora, esa rutina me es como el agua de esencial. ¿Qué hago ahora que en mi calendario todos los números se acompañan de la palabra 'con Eva'? Solo sé que, es muy difícil encontrar a una buena amiga así, para más difícil todavía dejarla e imposible olvidarla.  Eva, eres grande, muy grande. Sabes que yo siempre voy a estar allí, contigo y que sin tí pienso que no podría valerme por mí misma porque amigas como tú muy pocas. Amigas de esas que te dibujan una sonrisa en la cara cuando las cosas no van bien y te la realzan cuando ríen. Porque nunca se podrán olvidar esos momentos que pasamos juntas; esos conciertos de Vetusta   y Supersubmarina y que no me olvide de Eladio x) , ese GRAN viaje a Masella, ese paseo por Andorra viendo sus tiendas y comparando precios, esas noches en la que no pegábamos ni ojo y Paco tampoco, ¿te acuerdas?, en la nieve cuando apenas sabíamos esquiar, nuestros esquís se atravesaban entre ellos y nos caíamos juntas, cada vez que me llamabas por teléfono y nos era imposible despedirnos, cada vez que besamos el suelo juntas y después nos reíamos, esos babas production donde se podían ver nuestras tonterías, esas sesiones de fotos con cara tonta, esas veces que ibamos a la maquina de bailar y te pasabas lo menos dos horas bailando, esas cenas cuando vienes a mi casa, mi noche de cumpleaños 'durmiendo' bajo las estrellas que habrá que repetir, esa noche cuando Paula se sobó, conocí una gran parte de esa Eva que tienes dentro, y tú conociste a la Cristina que poca gente conocía, descubrí lo mucho que teníamos en común y lo única que podías ser. Y lo que no era noche las sorpresas para mí por la mañana; el rotulo en la calle con tiza que por cierto todavía no se ha borrado, esa pancarta con un 'felicidades' a lo largo, y esa tarde con una tarta hecha por vosotros, la decoración con globos, nuestra nueva camiseta oficial de los Baba Monsters, nuestro tinto, y después las fiestas del parque.. Esa cocinera que me sorprendió con sus macarrones, esas tardes que cuando nos aburrimos nos cortamos la ropa y le damos nuestro toque de humor, nuestros amigos por el mundo conectados al dedo, esos apretones de mano cuando Pucho cantaba '..puedo saber que sin vosotros duele más..', esos putos siete días que íbamos a la joyería y la 'muy' nos cerraba o el tío no estaba, esos refrescantes días que cuando veíamos una fuente nos metíamos y empezábamos a salpicar casi en las narices de la poli, todos esos Willies que te hacía en baloncesto,.. INOLVIDABLE. Ya son muchos años, nos conocímos en tercero de primaria, casi siempre jugábamos a los partidos quemados o al mareo con el balón, ahora somos uña y carne, tenemos una peña en común, compartimos ideas en común aunque a veces halla algún que otro berrinche, aquí seguimos, y espero que sigamos, porque quiero más momentos como estos y espero que más viajes como los planeados por Rober y el grupo para el año que viene, o los nuestros, atracamos la tienda de fotografía y música del centro, nos quedamos algunos instrumentos y cámaras, lo demás lo vendemos y nos vamos a Noruega haciendo transbordo en Berlín x) y muchos planes más descabellados de los nuestros para que no le falten de nada a nuestros Willies, aquí te dejo algunos de nuestros momentos juntas, te quiere, de tu chocho:
PD: Saludos a los Willies, a mis vetustones y a mis Lady Evos xD




 


























viernes, 19 de agosto de 2011

La rosa y el jardinero 'Mariposillas que se sienten'

Cuantas cosas perdemos por miedo a perder... Quien lo iba a decir.. 'AMOR', palabra de dos vocales, dos consonantes y.. de dos idiotas. Él tiene miedo a perder el poder, le asustan las mujeres que saben lo que quieren y están seguras de sí mismas; ella, ella simplemente tenia miedo, no sabía lo que quería, bueno, quizás lo supo pero, no estaba segura. Pero, ¿entonces?, el miedo se hace cuando aún estas enamorado. Y.. ¿entonces?, ¿porque tienes miedo? Pues creo que al final va a ser verdad, su instinto social no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad. ¿Porqué lo hicistes?, ¿porqué?, ¿porqué te engalanaste con pétalos de otro rosal? Quizás porque eran más bonitos y eran fácilmente accesibles de coger al tacto. Ésta que ahora mismo ves imigrando, ésta era como cualquier otra, pero sus espinas ordinarias cortaban y no aparentaban lo mismo, o al menos muchos jardineros la tomaban por ello. Un día cualquiera, va y aparece él, un jardinero pero no común, un jardinero mágico, que, hacía magia en ella. Florecía sus frondas, engendraba rocío de sus corolas, intensificaba su atractivo tinte  similar a la sangre, acrecentaba y afilaba sus refulgentes espinas... Solo con, susurrarle, cantarle, percibir el sombrío de sus ojos, cada paso más cercano de sus tallos casi inasequibles.. Cada paso bien dado, la rosa retiraba pausadamente su cola de espinas dorsadas en sus tierras acuosas trepando por sus retoños formando así carruseles de zarzas. Cada vez más cerca, pero sus pasos mal dados estremecían su cola de espinas y volvía a bloquearse. Con el paso del tiempo, el jardinero dejó de ver en ella el mismo misterio que el del principio de la historia, se cansaba. Y después, ¿qué quedó?, ¿me lo puedes decir tú, jardinero? Nada. El jardinero se fue para siempre, repito, ¿para siempre?, y la rosa perdió su mayor cualidad al ver cómo abonaba los hermosos rosales de la acera del frente. La rosa se podría por dentro, ya casi no se distinguían sus pútridos pétalos, apenas se libraban del encierro de sus espinas crecientes. Algo la retorcía por fuera, algo la lastimaba por dentro. La rosa, que veía que no volvía, tornó sus punzantes numerosas espinas dentro de su tallo y se dejó llevar por su entorno, esas amistosas mariposas que se posaban en sus raídos pétalos reparando poco a poco sus hojas animándola con el sonido de sus amplias alas revoloteando. La rosa se reponía, nunca con el mismo esplendor que sembraba el joven jardinero, nunca después con su misma mágia, pero logró salir de su crisis de desecación. Ya no lo sabe, ya no sabe si podrá sentirse como otras veces la hizo sentir, pero, aún así, la rosa seguía allí, inmóvil, depositando dentro sus miles de espinas agujereando su robusta textura, tragándose sus propias defensas una a una en un fatal intento. Era tan triste, que perdió las fuerzas para martillarse a ella misma, y, también se cansó. Se cansó, quería saber qué era lo que las mariposas llamaban felicidad, e intentó serlo un día. ¿Ahora?, ahora la rosa quiere volar, quiere ser mariposa. Quiere vivir con ganas, quiere tener ganas, para intentarlo. A veces, las tiene, otras, las pierde. Ya no quiere huir de las nuevas experiencias, ya no le da miedo. Quiere sentir de nuevo esa sensación de, mariposas en su estómago. Quiere que un jardinero de los mágicos, que la pode, le cante, le riegue, le susurre, le roce con sus milagrosos labios que lo curan todo.. Quiere uno como él, pero, ¿podrá verlo como tal? Esas cosas nunca se saben, es un misterio, pero solo sabe que el misterio está en la magia, ella sólo conoce una y no sabe si volverá. Su jardinero, bueno, el jardinero está feliz con sus rosas, pero, esta rosa ahora mismo se pregunta:
Si ahora mismo se tocara el pecho, ¿tendría clavadas sus 1200 espinas? Dímelo tú, sin rencores. Tócate el pecho y dime si sientes algo, dime si se te vuelve a acelerar. Yo te digo que, para mi saberlo es importante, porque, para mi eres importante, ahí, en el pecho. Hay momentos en los que, ahí, te haces de llamar, y, de verdad que no me quiero esconder, te querría responder. Hay otros momentos que, dueles, dueles como 1200 tijeras podadoras que te atraviesan ahí. Otra parte, otra parte en la que no veo tu interés y, el mio desgraciadamente, también se pierde, por los ojos. Me deprimo, me miro al espejo, y digo: 'Esta no soy yo, no soy la misma de antes, soy una copia de Dña.Cobardía, y me dan asco ese tipo de niñatas'. Por lo menos, ya me dí cuenta, aunque no antes de tiempo. Tengo creencias, me siento más segura, de mí misma, tambien sé lo que quiero, otra cosa es que lo consiga. Así que, si es verdad lo que dicen, que os dan miedo este tipo de rosas, ya puedes tenerme miedo, porque no voy a dejar mi felicidad caer en cascadas, voy a dejar que entre de mis sonrisas. Espero que tú, también tengas la tuya cuando nos veamos, pues, la felicidad es como un virus, que se contagia de nuestro entorno, nuestro aire, nuestras cosas que dejamos sin siquiera empezar, sin apenas hablar. Tuve miedo a no ser perfecta, pero, ¿a quién demonios le importa y quién demonios lo es?, ¿te importa a tí?, porque si no te importa a tí, a mí tampoco. También a hacer cosas de las que, apenas tengo experiencia, miedo a hacerlas mal, pero, siempre hay una primera vez para todo, ¿no?, y quien me quiera de verdad no va a echarme en cara si lo he hecho mal o no, ¿me equivoco? Sé que en todo este tiempo, no he avanzado nada, inclusive, he retrocedido, pero ya no quiero rallarme ni bloquearme, tampoco quiero ser esclava de nadie, quiero ser libre, LIBRE, y sentir que vuelo, sentirte como el primer día, sentir el aire que respiras y olerlo, oler ese aroma tan dulce a tí. Que este mismo momento es como de los que te haces de llamar como digo yo, ¿recuerdas? Después ya no sé como me vaya a sentir, pero no quiero sentirme atada otra vez ni a tí ni a nadie, quiero sentirme libre, como una mariposa, volando, soñando contigo o yo misma sola. Pero quiero estar feliz, solo quiero sonreír, y dejar que no me afecten las cosas malas y volar con mis queridas mariposas, esas que siempre quiero que estén allí. Adiós, mi jardinero mágico, esta rosa se despide en un atento saludo, un profundo abrazo, y, no por menos importante, un mágico beso, para que te acuerdes de mí y mantener inquietas a tus hermosas rosas. ;D
Espero que te llegue de: La chica de tus futuros 'miedos'.

A A mis queridas mariposas voladoras:
 Eva Kaulitz
Paula Sarria
Arantxa De la Rosa

viernes, 15 de julio de 2011

Viaje solitario

Podría decirse que, hoy, a través de la distancia mis recuerdos viven en ti, sólo te pido que no te olvides de mi. Emprenderé esta prolongada travesía, rumbo a la nada para así tratar de buscar la felicidad infinita y de olvidar tu compañía. Triste fue amar y no saber a donde ir, pero mas triste fue amar y no poderlo decir. Los miedos al rechazo concomían mi molido corazón, más ya no sirve de nada contenerlos, ya no existen, me lo dijo la razón. Tampoco importa adonde vaya, pase lo que pase, nunca importará la distancia que nos separe, siempre habrá un mismo cielo que nos una. Un viaje solitario, cada vez más lejos pero más cerca de él. Todo lo que veo, toco, siento, me recuerda a su hermosa sonrisa cuando reía, y no miento. Por cada segundo que pasa estoy a un paso menos de mi dura meta. Como corre el agua al río cuando deja de llover, así corrían mis lágrimas cuando no te podía ver. Dudé cuando estabas con ella, pero comprendí que, los besos se dan mil veces, pero el corazón una sola vez. Pero lo más triste de todo es que cuando vas entendiendo el amor ya estas lista para despedirte de él. Tampoco me pudieron decir que no llorase porque terminase sino que sonriera porque pasó, porque no pasó.. Este viaje me hizo entender que el amor es una locura, pero la felicidad es una estado pasajero de locura y que la felicidad, no es una meta,.. es un camino. La felicidad no consiste en obtener lo que deseas, sino en saber apreciar lo que ya tienes. La felicidad es la consciencia de la inconsciencia. No sueñes con la felicidad, haz feliz la realidad. 

                                   La felicidad no es el destino sino
la forma de viajar. 


Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos.

jueves, 14 de julio de 2011

Dios creó el mundo en siete días, yo destruí el mío en siete segundos.

Jueves, hoy el esplendor del agua brilla por si sola extendiéndose hacia el horizonte compitiendo con la gran destreza que centellea el sol. Hoy contemplo cómo el cegador sol sale y se pone sin carbonizar mis ojos como  muchas veces lo hizo. Hoy puedo bañarme sin que sus ígneas aguas incineren mi piel. Hoy el aire no huele a lluvia, hoy la lluvia no engalana los cielos con su frígida frialdad. Hoy la luna plateada difumina mi entorno sin entumecerlo raramente. Hoy la puedo percibir sin helarme las entrañas y ser fruto de su embrujo. Hoy, es calma, agraciada calma que no llena. Es tan triste el conformarse con lo medio, con cosas que no matan, pero tampoco llenan. Momentos en los que no sabes lo que te falta para ser completamente feliz o, simplemente no quieres imaginarlo porque, ya lo intuyes. Es tan triste saber que como antes nunca más vas a ver las cosas, con su misma magia, con la misma ilusión, que la del principio.. Y tan absurdo como una llama que no quema, y un trozo de hielo que no sensibiliza lo que toca. Es tan decepcionante saber que, probablamente no vuelvas a querer a alguien como lo hicistes o, a seguir queriendo.. Tan confuso que de un día te despiertes sin querer lo que solías soñar y otras dormir sin poder soñar lo que estas amando. Tan egoísta como no importarte lo más mínimo lo que haga con sus romances a llorarlos y quererlo solo para tí y para nadie más. Tan tonto como odiarlo al mismo tiempo que lo estas amando. Porque todo puede ser olvidado de la noche a la mañana, ¿o no? Ayer quise todo, hoy no quiero nada, mañana es un quizás. Me veas como me veas, me vea como me vea, seguiré recobrando esos 7 segundos de mi vida queriendo o no.

miércoles, 6 de julio de 2011

martes, 5 de julio de 2011

Norway's Colours

I was looking the white clouds through the aeroplane window when I started to close my eyes because of the tiredness. It was a long voyage from Spain to Norway and I was not patient but the views entertain me with a lovely dream: I felt small pieces of snowflakes freezing my skin and melting in my eyelashes and my lips. I openned the mouth and I tasted it, It seams to be like a mix of water iced drink with some unknown substance that makes the snow special. I openned the eyes. At the bottom the Nordic snow-capped mountains. I closed the mouth because the snow was sensitizing my teeths. I began to walk on the frozen snowing and crunchy floor . The black nude  and tall trees were scraching my body with their cutting arms . I touched the rough and hard bark with dry dark the ivy climbing the top of the trees and falling down the pacific dark lakes floating like water lillies decorating the blackness of water. The gust provocated a light landslide of snow and it produces blinding mist. I was sitting on a trunk at dusk while the northern lights appears with the sliding silvery moon reflected on water. It was lovely, the sky was painted of blue, pink purple and green colour with wave-shaped and with the wolf's howls, Sooner..








martes, 3 de mayo de 2011

Como un sueño opresivo del que nunca despierto. Un lazo de espinas que forja estrechando mis entrañas tiznando sus quebradizas paredes de tonos rojizos. Difícil se me hacía el respirar con normalidad. El dolor era intenso, mis sentidos yacían inertes a causa de las mortales punzadas que dañaban mi caja de latidos donde antes solo percibía silenciosos vacíos. Estremecía mi cuerpo y helaba cada gota de sangre que corría por mis venas con su hermoso gélido fuego. Crecían las raíces que criaba mi corazón, aumentaba el suplicio que lo exprimía como una carnosa granada derramando rojos teñidos entre sus manos. Rabiaba de angustia, me tragaba la congoja con sus bellos afilados colmillos. Su atractiva e indomable vista penetraba en mis cansados ojos matándolos de recelo. Ese profundo dolor, ah.. cuanto más recordaba sus ojos, más agudo era.. Nunca llegué a comprender cómo comenzó a ejercer ese gran poder sobre mí, pero nunca me importó saberlo. Yo solo sabía que ese dolor raramente me empezaba a agradar y no quería que cesase. ¡Oh!, mi deleitosa tortura, bailemos entre las llamas del infierno cogidos de la mano, abrázame hasta fundirme en tus llameantes brazos, seas tú las espinas de la rosa que llevo retorcidas adentro, sea yo la esclava de tu hermosa oscuridad.

sábado, 16 de abril de 2011

Esencia.

¿Qué sería de mí si se extinguiera el agua que rocía dulcemente mis labios?, ¿si desapareciera ese punto débil que debilita pacíficamente mis sentidos hasta envolverme con su cálido manto de sueños?, ¿si se desvaneciera el motivo por el que levantarme otra vez más en este mundo envuelto con la cutícula de una manzana podrida?, ¿si se perdiera esa seráfica luz que ilumina mis pasos sobre ese apagado túnel donde vago yo perdida?, ¿si la esperanza reflejada en mis ojos huyera en torrentes de ríos derramando inacabables océanos de soledad?, ¿si olvidará desconsolada el futuro previsto y reviviera el lóbrego pasado?... ¿Qué haría yo si se escondieran mis soles y hallara el vacío?, ¿si el viento soplara en contra de mi tiempo?, ¿si mi luna se rompiera y las mareas ocultaran mi corazón?, ¿si la vela finalmente se consumiera?... Dime, ...
¿Qué sería yo sin ti? 






lunes, 7 de febrero de 2011

Restos.

Reflejado en su orgulloso brío de ojos, sus miles de palabras derramándose por sus viejas páginas. Tinta de sus bolígrafos derrochada una vez más bajo el ardiente fatuo fuego. Desintegrando en humo secuelas descritas en sus frágiles hojas rajadas llenas de resentimiento y melancolía. Ella podía oler sus miles de hazañas vividas de entre sus ahumados aires. Recorriendo cada página quemada, cada dolorosa palabra apuñalando su cansada cabeza, haciendo de cada una de ellas ecos que rememoraban hechos indeseables. Sus llamas desprendían un calor familiar en sus ojos, le hacían recordar sin inmutarse de su posición, en pocos segundos, de donde procedía y cómo se crió,... Veía una niña muy pequeña durmiendo en un coche viejo a las 5 de la mañana esperando a que su madre volviera a echarle un vistazo mientras trabajaba en la tienda, no era culpa de ella, ella trabajaba por su hija y aún así nadie más que ella podía cuidarla la mayoría de las veces. Momentos en los que papá trabajaba lejos de casa y eran pocas las veces que ella lo veía. Mañanas en las que, alguna vez ella cogía cacho y se sentaba en el escalón de la tienda comiéndose una barra de pan entera mientras la gente que pasaba le acariciaba la pequeña cabeza y le agitaban con cariño y risas su corta melena. Tardes en las que se posaba frente a sus cuatro paredes dibujando garabatos apoyada con el folio y el lápiz entre sus frágiles manos, desde la comida hasta la cena aprendiendo a escribir bien una letra y a hacer un frondoso árbol con sus ramitas y, otras veces, visitaba a sus queridos sabios bisabuelos, estos le contaban leyendas como la de 'las damas de las sombras' e historias de generaciones perdidas, otras de guerras, otras de la injusticia... Noches en las que algunas veces ella recibía a papá con un caluroso abrazo y una gran sonrisa en la cara. Acostumbrada a ver las cosas pequeñas como un gran tesoro. Contemplando con atención en su viejo hermoso jardín, ya demolido, desde la primera gota de rocío en cada rosa hasta la última nube rosada del atardecer. Primeros días de colegio, asombrada por cada palabra de sus pequeños libros de biblioteca con ilustraciones infantiles, le fascinaba tocar con ilusión el relieve de sus portadas, para ella, un pequeño nuevo mundo. Nuevas caras que ver todos los días, en principio todo iba bien, las niñas jugaban a las cocinitas a peinarse el pelo la una a la otra o a pasear con sus niñas rubias vestidas de rosa, pero ella era distinta y le gustaban otras cosas, le encantaba apoyarse sobre la ventana y pintar el patio del recreo, flores, animales... También le gustaba colarse a leer sus libros en mano en alguna esquina del invernadero, con la luz del sol, rodeada de preciosas plantas silvestres, cerca del frescor que dejaban los aspersores en la tierra húmeda llena de hormiguitas, sin nadie que la molestara mientras imaginaba ser la protagonista de sus cuentos. Pronto empezó a ser la burla de las niñas pequeñas que la miraban a través de la ventana de su mundo rosa; empezó a jugar al fútbol con los niños y algunas veces a caerse en charcos de barro cuando no parecía importarle mucho, a jugar a las canicas, a darle vueltas al rombo con un corcel, a hablar con la única amiga que tenía y a veces compartían los mismos gustos... La vida que a ella le divertía, y más diversión por la tarde cuando volvía al colegio. Regresaba media hora antes de las clases para jugar al pillado con sus nuevos amigos, corría por sus porches impregnando su aroma a felicidad a todo lo que pisaba. Sería la 'marimacho' durante los próximos años, luchaba en el barro amistosamente con los niños en grupos sujetando lo más parecido a una cuerda y pocas fueron las veces que cayera en ellos, más casi siempre tenía que chapotear en el barro cuando ellas estaban cerca, le hacía gracia oír sus quejidos tan agudos pero a la vez eran tan irritantes... No la dejaban en paz, si no tenían de nada más interesante que fingir hablar, solo era pasar por su lado y ya se acordaban de ella, el tema de ayer. Chiquilladas, éramos tan pequeñas... Siguen reapareciendo nuevos recuerdos en su mente mientras el fuego ya casi había deshecho su propia vida escrita en cenizas más allí seguía ella, inerte frente al indomable fuego... Pasaban los veranos tan buenos de la infancia, ella recuerda las veces que iba con su amiga, un amigo y una prima a la piscina de los olmos casi todas las tardes y después visitaban con cariño a los abuelos de su prima, jugaban con sus miles de gatos y al escondite en el desván. Pero también subía el número de problemas... Tan agobiante era la situación de que las pocas veces que veía a su padre siempre lo acababa odiando y con ganas de sacarle el dedo en toda la cara... Su madre decía que perdía la cabeza por el estrés del trabajo y siempre la pagaba con los más cercanos que tenía a su alrededor, ella simplemente pensaba que estaba loco... Parecía que le agradaba salir del trabajo para reprenderle cosas y la mayoría de las veces no tenía razón, era completamente absurdo, pedía ayuda, ella se ofrecía y finalmente le decía lo poco que valía cuando   no lo había hecho 'perfectísimo'. Le decía que era un desecho, (por no decirlo a lo basto), pero una cosa que ella sabía y él no sabía era que, para ella el se quedaba más atrás del desecho. A veces le hacía llorar y le arremetía algún que otro tortazo, y con ella alguna vez sufría su madre al oír las cosas que ella quería hacer. Se sentía tan frustrada y perpleja que hacía cosas impensables... No hacían nada juntos, solo algún fin de semana iban juntos a chinchilla con las bicicletas, pero por lo demás, cuando lo necesitaba para hacer algún trabajo: 'eso es muy fácil', 'no tengo tiempo, me voy a trabajar', 'en el taller esta todo lo que necesitas', 'ya te enseñé a tallar figuras de pequeña', 'inténtalo tú que yo no te lo puedo decir'. Cuando ella quería despejarse, se iba un poco de la casa a sitios más tranquilos como bajo su árbol dentro de un pequeño bosque cercano o a sentarse en la hierba a pintar... La suerte la delató una vez más tras la muerte de sus muy queridos bisabuelos, todavía guarda la cruz negra que le dio su tita puesto como colgante o en su bolsillo tras morir lenta y dolorosamente en un hospital. Fue como si le hubieran quitado algo dentro de ella, sentía un vacío muy intenso en ella. Los amigos ahora se dedicaban a ligar con las niñas y ya no era igual que antes, les daba miedo quedar mal delante de ellas y les seguían en todo, si ellas pensaban que 'tal' era paleta para ellos 'tol' era paletísimo. Entonces, se rindió y con su amiga empezaron a juntarse en los recreos con ellas, mientras tanto alguna que otra vez le echaban un mal de ojo y sus espaldas la criticaban. Tomó la comunión, la religión no le movía mucho, pero para no decepcionar a su madre, más o menos terminó por creer 'aparentemente'. Más que otra cosa le movían algunos regalos, el dinero y la tarta. Le regalaron dos muñecas, pero ahora mismo las tendría decapitadas en el baúl de los 'kekos'. Pasaban tantos sucesos por su cabeza que no podría describirlos en todo su tiempo... Hasta que ya se daba cuenta de que tenía que hacer lo que ella quisiera y no seguirle el juego a nadie, siguio haciendo lo que a ella le gustaba; seguía jugando al escondite, al pillado, a coleccionar bichos, a dibujar, a escribir, a cantar... Recordaba sucesivamente sus primeros días de instituto, era incluso mejor que el colegio, conoció a la persona perfecta de su vida y después de algunas rachas hizo sus propios mejores amigos tal y como era... Veía también muchos problemas en esa época pero prefirió suprimirlos de su cabeza. 'UUUUUF' Volviendo en sí, sopló las cenizas rojizas creando a su alrededor un campo de polvo olvidado. Apareció una sonrisa en su cara, por fin, había quemado el último diario que escribió y escribiría para siempre, su séptimo y último diario. Si algo aprendió para no sufrir más es no tener cerca algo que aún encima te haga recordar más tu vida anterior. Ahora, ella estaba dispuesta a empezar de nuevo sin libros triste que releer. La última escena de su anterior vida, respirar y expulsar rechazando sus restos en mis pulmones.
Ayer ardió su séptimo diario con ella, hoy renace sonriendo de sus restos.

sábado, 5 de febrero de 2011

Sonrisa pintada.

Recuerdos que perduran en tu cabeza como nieblas densas, que te envenenan como litio por tus venas, que te queman como fuego fatuo, que te hunden como arenas movedizas, que te despojan de tus alegrías como ráfagas de viento... Crees que la vida se basa en esconder tu rostro bajo una desgastada máscara para no perder más el juego, pero sabes que no vas a conseguir nada así, nunca podrás sanar esas heridas que un día apuñalaron sin piedad tu desecho corazón. No quieras pintarte la sonrisa falsa. No quieras caer más bajo, no quieras ser el cobarde que acaba con su vida ahogándola con sus propias manos. Sabes que nunca podrás reparar los daños que cicatrizaron tus sentimientos pero no quieras tragar más sangre amarga derramada en cortes. No quieras pensar que estas solo en esto. No quieras morir por la muerte de otros. No quieras sentir que para él no significas nada sin saberlo. No quieras ser el capullo que vaya a arruinar a otras personas con su noticia por creer no importarles. No creas que después todo pueda cambiar ya dado el paso. No quieras ser esclava de tu cruel destino. No quieras luego ser la sombra de sus pasos sin poder alcanzarlos...
¡Llora conmigo!, ¡grita conmigo!... ¡VIVE conmigo!
Desahoga tus penas con mi pañuelo blanco, ahoga tus miedos, complejos, recuerdos, nervios... Pero nunca digas que estas solo porque yo siempre estaré a tu lado. No te pintaré una sonrisa, crearé miles de sonrisas en tus hermosos labios, yo solo quiero vivir una vida real y no soñada, ¿qué me dices?.
Todo se puede lograr o al menos intentar, deja de comerte el coco, deja de llorar, cómete el cruel mundo y por cada día que pase, plántale una flor, muéstrale una sonrisa. Deja que el tiempo te regale momentos inolvidables, que la gente que de verdad te aprecie y te quiera tal y como eres te haga reír otra vez. No te dejes llevar otra vez por la mentira, no te conformes con lo que tienes, gana la partida. No seas tan humilde y siéntete orgullosa de tus actos. Deja de mirar la pared. Deja de aporrear el espejo y cortarte con sus filos. Por una vez, sé tú misma. Por lo menos inténtalo y sé valiente... Siente su dulce respiración y maldice por cada día que quizás le hiciste sufrir, contempla cómo ver la perfección de lunes a viernes es posible.
Pero sé tú misma.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Insomnia.

Entre aires soñolientos, sustenta de un hilo, ví cómo caía plácidamente al vacío de un sueño. Flotando sobre las esponjosas blancas nubes, tocando sus mantos de vapor. Siendo una lágrima suya, cayendo a la tierra de los sueños, tan ligera como una pluma. Deslizándome sobre sus extensas corrientes de aire, errante de sus rumbos. Cierro lentamente los ojos y me dejo llevar por el cansancio. Ya la sentía, sentía la presión que ejercía sobre mí, parecía tan poderosa y tan real... Nadie diría que se trataba de un espejismo de ilusiones. Podía ver su gélido aliento salir de mi boca, tocar sus robustas cortezas, sentir cómo sus blancas nieves eran cuchillas para mis pies que no respondían a mis acciones, oler su espectral aura, oír los silbidos del viento de entre la blanquecina arboleda. Empezó a llover y oportunamente a los pocos segundos a diluviar fuerte y abundantemente. Siempre quise estar allí, desde pequeña soñaba con pisar sus nieves y bañar mi cara en su fría lluvia. Retiré los cabellos empapados de mi cara para apreciar más la hermosa vista. Parecía estar sola, nadie me incordiaría con mentiras ni pesadeces. Tampoco tendría que ponerme nerviosa ni esconder mi forma de ser si no estaba la persona que me hacía perder la cabeza, pero deseaba que estuviese a mi lado para presenciar el hermoso paisaje que divisaba, cogidos de la mano, nunca separarnos y si los miedos me echaban atrás, tenerlo encadenado a mí. Sonreí, abrí la boca tragando gotas de su espectacular diluvio. Dando vueltas en mí, abatiendo los brazos en movimientos cortantes suaves, cantando al compás del gorgoteo de la intensa lluvia. Libre de los nervios y el estrés. Almacenando en mi memoria fotográfica cada una de esas bellas imágenes. Bailando con los ojos cerrados, agitando mis cabellos totalmente mojados... Fue  una experiencia viva y la mejor hasta ahora. Todo era tan... tan perfecto, era todo tan aparentemente real, tan amoldado a mis sueños...
Sudorosa, me incorporo en la cama. Miro el reloj verde fluorescente, las tres y media de la mañana, ¿cómo no?
Otro dulce sueño interrumpido por la insomnia y un sueño no se repite dos veces... Esa noche ya no iba a poder tocar, ver, sentir, oir, oler su hermosa capa de ilusiones... Maldita insomnia.

sábado, 29 de enero de 2011

El Canal de las penas.

Atrapada, ya no queda nada de lo que era antes, el destino me pintó en la penumbra desoladora y no lo pude borrar. Hallada perdida, pisando sueños rotos humedecidos por cada lágrima colmada que caía de mis mejillas. Imágenes y voces hermosas vacilando mis vacíos adentros. Por cada paso que das, una espina te clavas mas aún no tiene comparación con el dolor que me causa ver cómo destruía todo lo que pasaba bajo mis pies. Deambulando dentro de mis propios tormentos, pronto podría nadar en ellos. Seguía derramando penas que tintaban acrecentando las aguas de sombras. Agobiada por la situación, ahogada en mi propio dolor. No, otra vez no. Aporreando el agua intentando borrar su esplendor, su reflejo en mis cansados ojos. Angustias que me torturan mientras el cauce sigue creciendo. Buscando la salida en vano y quebrando mi lucha por sobrevivir en angustias movedizas letales. Hundiéndome en sus ilusiones reflejadas. Parecía tan real, esos veranos soñados... esa tentación de traspasarlos y solo fue rozarlos para desvanecerlos. Esto esta acabando conmigo, me envenena la sangre, me quema la piel, me esta desintegrando en pedazos. Esto no lo quiero por favor, ¡basta! Gritando, gimiendo de resentimiento, yo y la ironía de ser esclava de mis cauces, quien me iba a decir que me estaba consumiéndo en ellos. No podía remediar los ríos brotando de mis ojos. Respiré la última bocanada de aire y terminé dentro de ellos. Ya nada podía salvar la vida que me estaba arrebatando a llantos, que al mismo tiempo me estaban ahogando, me impedían salir una vez más a la pútrida superficie pensando ahora que sería lo más bello que hubiera respirado. ¿Porqué es tan difícil amarte?, ¿porqué no te pude olvidar en esos momentos de desesperación?, ¡¿porqué?! Dios cómo deseaba hundirte conmigo en ese momento, cómo llegué a odiar amarte tanto, por encima de mí. La respiración frenó los latidos y con ella la desgracia de mi cuerpo destinado a vagar en las corrientes abrasadoras de mi canal. Demasiado tarde para remediarlo otra vez, ya estaba escrito. Ahora mi mundo es paralelo al tuyo, donde los sentimientos todavía persisten. ¿Porqué te amo más cada día si sé que eres causante de mis muertes?, solo sé que hay quien dice que donde hubo fuego siempre quedaran cenizas.
Yo, la verdadera historia de sus aguas, corriente suya deambulando sin control en cada gota de su cauce. Tócala, siéntela, bébela y sabrás lo que hay en ellas, correrás su misma suerte, la mía, a mi lado.

jueves, 27 de enero de 2011

Nuestro bosque revive.

Abre muy bien la palma de tu mano y déjala sentir el ligero tacto de las hojas rociadas por el bello crepúsculo neblino de media mañana. ¿Te duele pensar cómo nuestro perfecto jardín de escondites se convirtió en lo que ahora contemplas? Cierra los ojos y sigue tu camino, sin miedo a caerte. Percibe la tierra humedecida con tus pies desnudos, avanza hacía el juego interrumpido sin detenerte. Siente cómo poco a poco tus pies se van hundiendo en aguas rompientes negras escrutando a través de sus penumbras, oyendo miles de penas fluyendo por sus corrientes de la noche, nota sus torrentes viscosos desgarrando tu piel. Respira sus sombrías historias bajo las tibias hojas azabache sobrevolando los cielos teñidos de millones de débiles altas ramas muriendo por gemidos del viento bailando entre susurros tentadores rondando la oscura arboleda del frío siniestro bosque. Susurros que exprimen cada gota de roja vida dentro de tí, te hacen cada vez más débil cuando te susurran lo mucho que te odian, las piernas te fallan, más cuando te van a arrebatar la última gota de tu vida, esperanza hallas en tus ojos cuando un pétalo rojo, lo más vivo de este perdido bosque del olvido se posaba en tu mirada así recordando de qué rosa olvidada procedía. Ahora tu fuerza es tenaz, te levantas y sigues en mi bosque perdido buscando la última rosa muriendo de mis adentros esquivando sus susurros tramposos llenos de dolor, siguiendo tu corazón. Sabes que debería estar cerca, los susurros desvanecen bajo la tierra húmeda que los sembró, cuando señales de vida volvíste a hallar. A salvo duerme ella bajo los pétalos de la última rosa jugueteando rozando su pálida cara rodada de lágrimas congeladas derramadas algún día atrás. Te acercas despacio, ella presencia tu llama interior, te agachas y le rozas la mejilla con la llema de tus dedos. No responde, su cuerpo fue ya víctima de muchas batallas que le dio la vida y ahora no lo siente, solo descansa gélida en su bosque que un día llegó a ser el más hermoso con diferencia. Él la coge de la cabeza y la acuna en su pecho. Tan sólo una lágrima de sus ojos bastó para renacer una rosa roja de entre la maleza sombría. Frotó sus custridos labios y los besó, de ellos salían un fuego abrasador. El tiempo se detuvo y con él el corazón de la chica ardió de entre sus trozos de hielo. Con timidez, le devolvió el beso, de ellos fluían un tremendo delirio por el chico. Abrieron los ojos, todo era tan distinto hasta hace unos segundos... Nuestro bosque revivía, de él florecía una nueva vida, los torrentes de lágrimas negras ahora son la sed cristalina que sentimos del uno por el otro, los brazos rasgantes del cielo son más que troncos pesados acompañados de hermosa hiedra trepando por sus copas. Las voces demoníacas ahora son vientos que rozan nuestros más sentimientos con cosas bonitas. Y nuestro pétalo, nuestro pétalo vaga en nuestro corazón porque, ahora nuestros corazones son uno. Mitad y mitad se unieron recobrando así nuestro antiguo bosque que las penumbras congelaron. Ahora somos uno y continuaremos el juego que una vez interrumpimos, pero esta vez tú pillas y yo me dejo pillar.

martes, 18 de enero de 2011

Contigo o sin tí.

Contigo el dolor,
pero sin tí el vacío.
Contigo el vivir,
pero sin tí el morir.
Contigo el ahogarse,
pero sin tí el hundirse.
Contigo el perderse,
pero sin tí el romperse.
Contigo el marearse,
pero sin tí el desmayarse.
Contigo el sueño,
pero sin tí la pesadilla.
Contigo es poco posible,
pero sin tí es imposible.