English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

Widget ofrecido por www.ayudaparamiweb.com

Por el amor de una rosa, el jardinero es servidor de mil doscientas espinas.

http://www.flickr.com/photos/118634436@N06/sets


Seguidores

sábado, 29 de enero de 2011

El Canal de las penas.

Atrapada, ya no queda nada de lo que era antes, el destino me pintó en la penumbra desoladora y no lo pude borrar. Hallada perdida, pisando sueños rotos humedecidos por cada lágrima colmada que caía de mis mejillas. Imágenes y voces hermosas vacilando mis vacíos adentros. Por cada paso que das, una espina te clavas mas aún no tiene comparación con el dolor que me causa ver cómo destruía todo lo que pasaba bajo mis pies. Deambulando dentro de mis propios tormentos, pronto podría nadar en ellos. Seguía derramando penas que tintaban acrecentando las aguas de sombras. Agobiada por la situación, ahogada en mi propio dolor. No, otra vez no. Aporreando el agua intentando borrar su esplendor, su reflejo en mis cansados ojos. Angustias que me torturan mientras el cauce sigue creciendo. Buscando la salida en vano y quebrando mi lucha por sobrevivir en angustias movedizas letales. Hundiéndome en sus ilusiones reflejadas. Parecía tan real, esos veranos soñados... esa tentación de traspasarlos y solo fue rozarlos para desvanecerlos. Esto esta acabando conmigo, me envenena la sangre, me quema la piel, me esta desintegrando en pedazos. Esto no lo quiero por favor, ¡basta! Gritando, gimiendo de resentimiento, yo y la ironía de ser esclava de mis cauces, quien me iba a decir que me estaba consumiéndo en ellos. No podía remediar los ríos brotando de mis ojos. Respiré la última bocanada de aire y terminé dentro de ellos. Ya nada podía salvar la vida que me estaba arrebatando a llantos, que al mismo tiempo me estaban ahogando, me impedían salir una vez más a la pútrida superficie pensando ahora que sería lo más bello que hubiera respirado. ¿Porqué es tan difícil amarte?, ¿porqué no te pude olvidar en esos momentos de desesperación?, ¡¿porqué?! Dios cómo deseaba hundirte conmigo en ese momento, cómo llegué a odiar amarte tanto, por encima de mí. La respiración frenó los latidos y con ella la desgracia de mi cuerpo destinado a vagar en las corrientes abrasadoras de mi canal. Demasiado tarde para remediarlo otra vez, ya estaba escrito. Ahora mi mundo es paralelo al tuyo, donde los sentimientos todavía persisten. ¿Porqué te amo más cada día si sé que eres causante de mis muertes?, solo sé que hay quien dice que donde hubo fuego siempre quedaran cenizas.
Yo, la verdadera historia de sus aguas, corriente suya deambulando sin control en cada gota de su cauce. Tócala, siéntela, bébela y sabrás lo que hay en ellas, correrás su misma suerte, la mía, a mi lado.

jueves, 27 de enero de 2011

Nuestro bosque revive.

Abre muy bien la palma de tu mano y déjala sentir el ligero tacto de las hojas rociadas por el bello crepúsculo neblino de media mañana. ¿Te duele pensar cómo nuestro perfecto jardín de escondites se convirtió en lo que ahora contemplas? Cierra los ojos y sigue tu camino, sin miedo a caerte. Percibe la tierra humedecida con tus pies desnudos, avanza hacía el juego interrumpido sin detenerte. Siente cómo poco a poco tus pies se van hundiendo en aguas rompientes negras escrutando a través de sus penumbras, oyendo miles de penas fluyendo por sus corrientes de la noche, nota sus torrentes viscosos desgarrando tu piel. Respira sus sombrías historias bajo las tibias hojas azabache sobrevolando los cielos teñidos de millones de débiles altas ramas muriendo por gemidos del viento bailando entre susurros tentadores rondando la oscura arboleda del frío siniestro bosque. Susurros que exprimen cada gota de roja vida dentro de tí, te hacen cada vez más débil cuando te susurran lo mucho que te odian, las piernas te fallan, más cuando te van a arrebatar la última gota de tu vida, esperanza hallas en tus ojos cuando un pétalo rojo, lo más vivo de este perdido bosque del olvido se posaba en tu mirada así recordando de qué rosa olvidada procedía. Ahora tu fuerza es tenaz, te levantas y sigues en mi bosque perdido buscando la última rosa muriendo de mis adentros esquivando sus susurros tramposos llenos de dolor, siguiendo tu corazón. Sabes que debería estar cerca, los susurros desvanecen bajo la tierra húmeda que los sembró, cuando señales de vida volvíste a hallar. A salvo duerme ella bajo los pétalos de la última rosa jugueteando rozando su pálida cara rodada de lágrimas congeladas derramadas algún día atrás. Te acercas despacio, ella presencia tu llama interior, te agachas y le rozas la mejilla con la llema de tus dedos. No responde, su cuerpo fue ya víctima de muchas batallas que le dio la vida y ahora no lo siente, solo descansa gélida en su bosque que un día llegó a ser el más hermoso con diferencia. Él la coge de la cabeza y la acuna en su pecho. Tan sólo una lágrima de sus ojos bastó para renacer una rosa roja de entre la maleza sombría. Frotó sus custridos labios y los besó, de ellos salían un fuego abrasador. El tiempo se detuvo y con él el corazón de la chica ardió de entre sus trozos de hielo. Con timidez, le devolvió el beso, de ellos fluían un tremendo delirio por el chico. Abrieron los ojos, todo era tan distinto hasta hace unos segundos... Nuestro bosque revivía, de él florecía una nueva vida, los torrentes de lágrimas negras ahora son la sed cristalina que sentimos del uno por el otro, los brazos rasgantes del cielo son más que troncos pesados acompañados de hermosa hiedra trepando por sus copas. Las voces demoníacas ahora son vientos que rozan nuestros más sentimientos con cosas bonitas. Y nuestro pétalo, nuestro pétalo vaga en nuestro corazón porque, ahora nuestros corazones son uno. Mitad y mitad se unieron recobrando así nuestro antiguo bosque que las penumbras congelaron. Ahora somos uno y continuaremos el juego que una vez interrumpimos, pero esta vez tú pillas y yo me dejo pillar.

martes, 18 de enero de 2011

Contigo o sin tí.

Contigo el dolor,
pero sin tí el vacío.
Contigo el vivir,
pero sin tí el morir.
Contigo el ahogarse,
pero sin tí el hundirse.
Contigo el perderse,
pero sin tí el romperse.
Contigo el marearse,
pero sin tí el desmayarse.
Contigo el sueño,
pero sin tí la pesadilla.
Contigo es poco posible,
pero sin tí es imposible.